Blogia
operaciontriunfo

ROSA DE ESPAÑA ENAMORADA

ROSA DE ESPAÑA ENAMORADA

Ya lo dejó bien clarito el primer día que saltó a la pista de ¡Mira quién baila!: “No tengo nada que ver con la Rosa de antes”. Y, para demostrarlo, no ha dejado de pisar fuerte. Más esbelta, provocativa y sexy, Rosa se muestra como una mujer de 25 años que quiere vivir sin ataduras. Adiós a esa imagen de inocencia, a los complejos y a la protección de los padres. La granadina sigue un severo plan de de adelgazamiento, con el deporte y el baile como aliados, y es dueña de su propia vida. Ya no cuenta con nadie a la hora de tomar decisiones, tanto que ha puesto tierra de por medio con su familia.
Rosa tiene muchos proyectos –no sólo pasar de los 72 kilos actuales a los 65 de peso– y una poderosa razón. El culpable de este cambio es su novio Pablo Muñoz Cariñanos, el especialista que ha tratado sus problemas vocales, al que ha calificado como “su ángel de la guarda” y con quien evidentemente ha llegado a profundizar algo más que en la garganta.
Se les ha podido ver juntos y la cantante no esconde su felicidad: “Me gustaría que, de cara al público, sólo se hablara de mi profesión. El amor es muy bonito y no se puede esconder, pero ésta es una parcela de mi vida que quiero guardarme”. Rosa ha vuelto a enamorarse como “una chiquilla”, como le ocurrió con 18 años, aunque entonces, según dijo, sufrió el desamor. Pablo Muñoz Cariñanos es hijo del coronel médico del mismo nombre que fue asesinado por ETA en 2000 en Sevilla, y ha heredado el prestigio en la profesión de su padre. La relación entre la joven estrella y el doctor se inició hace dos años y en este tiempo Rosa, aunque con gran discreción, no sólo ha desterrado su ilusionante “¡Ozú!” por un discurso más maduro…
Sin embargo, según Carmen Pardo, colaboradora de El programa de Ana Rosa, “la pareja vive una historia muy apasionada y tormentosa, a la vez. Han tenido muchos altibajos”. Una causa de este conflicto podría encontrarse en Armilla, el pueblo de la joven, donde residen sus padres, Eduardo y Paqui. Éstos, siempre muy pendientes, se muestran temerosos del rumbo que ha tomado su niña.
Ellos la tuvieron a cobijo cuando padeció los estragos del éxito de OT y no aceptan que se haya cortado la melena para romper con todo. “A mis padres les preocupa mucho la ropa que me ponen en el concurso”, ha confesado ella. La presencia de Pablo, que pertenece a otro mundo, ha podido provocar un mayor distanciamiento. La granadina trata de preservar su relación y quiere “estar sola y madurar, aunque a los que me quieren no les agrade mucho”.
Rosa ha cogido con fuerza y arrojo “este tren de mi vida”: su entrenador personal, Manuel López López, la cuida día a día por fuera, y su novio Pablo, por dentro. Desde luego, Rosa ¡is living a celebration…!
Cuando Rosa llegó a la Academia de OT, no se había separado nunca de sus padres, y no sabía cómo tomar una decisión sola. Se ganó el cariño del público, pero luego tuvo que enfrentarse a la presión del éxito. El cerco de su familia nunca llegó a romperse, hasta ahora…
Eduardo y Paqui, sus progenitores, fueron sus vigilantes durante el ‘boom’ de ‘OT’. Ellos o sus hermanos la acompañaban a todas partes. Orgullosos de la niña, no pensaban que ella quisiera otra cosa.
Además, Rosa se sentía temerosa de dar un nuevo rumbo a su vida, y el agobio la llevó a tener problemas psicológicos, ahora superados.
El chalé en Monachil, Granada, fue el regalo que la cantante les hizo entonces. Costó 35 millones de las antiguas pesetas. Actualmente está casi siempre cerrado. Sus padres han regresado a su pueblo. ¿Habrán querido rebelarse?
Villa Rosa, la casa de Armilla en la que nació la granadina y donde sus padres han recuperado sus costumbres. Aunque Rosa ya no es la misma, su imagen de antes preside su antiguo dormitorio, que no ha sido reformado.
Aparentemente Rosa está sola en Madrid y se deja ver poco, sólo cuando acude al gimnasio o a los ensayos de baile. Pero no es así: también sale de compras y, si puede, lo hace con su novio, el otorrino Pablo Muñoz Cariñanos, como una pareja más… Si no ha contado nada de esta relación, que dura dos años, es porque quiere preservar su intimidad y también la de su novio y la familia de éste. Pablo es uno de los hijos del médico Antonio Muñoz Cariñanos, que murió víctima del terrorismo de ETA. A su entierro acudieron folclóricas y artistas que habían recibido tratamiento de voz en su clínica sevillana.
Ayer Rosa volvio a ganar "Mira Quien Baila" por tercera vez en los 4 programas que lleva emitido esta temporada.

0 comentarios