CONCEDE UNA ENTREVISTA AL DIARIO MONTAÑES
Eres feliz? No vamos a darte un decálogo de superación personal, pero sí un consejo: escucha Serotonina, el tercer disco de Verónica, popular integrante del genuino Operación triunfo. Seguro que el título te suena raro pero conocido. No es más que el nombre de la hormona de la felicidad, el objetivo de esta artista que ayer demostró en la sala BNS que hay vida más allá del triunfalismo No hay como que te cuelguen una etiqueta como para desear deshacerte de ella. Es lo que le ha ocurrido a Verónica que, mal que le pese, siempre será recordada por su paso por aquel programa llamado Operación triunfo con una declaración de intenciones tan noble como sacar a flote nuevos valores. Pero nada es lo que parece (gran verdad) y el camino se demuestra andando. Por eso esta alicantina se puesto en pie (de guerra) ya ha creado su propio sello discográfico para trabajar a sus anchas y largas sin consignas ni medias tintas. Olé sus narices.
Anoche el público de la sala BNS pudo comprobar que Verónica es una artista del todo completa, más capaz de lo que algunos académicos quisieron hacer ver. Y guitarrera, una de sus pasiones. Con la ilusión de tener aún caliente su nuevo trabajo discográfico que, según dice «vivo como si fuera el primero, no el tercero», la artista pisó Santander. Una tierra a la que tiene un cariño especial pues la madre de su chico es santanderina y juntos han disfrutado de muchas escapadas por Cantabria.
Está segura de lo hace y no duda en reconocer que «hasta ahora sufrí un parón largo, pero aproveché para vivir en Londres ocho meses. Allí estudié inglés, arte dramático, baile ». Y también aprovechó su estancia londinenses para inspirarse y sacar lo mejor de sí misma como autora: «Compuse casi todos los temas -de hecho, el disco es suyo de cabo a rabo-. Así he podido reflejar mi identidad, mis intereses Soy yo, de verdad», cuenta. Y puesta a elegir no puede quedarse con una canción. "Cada tema es como un hijo. Eso sí, muy bien criado y cuidado. Todas tienen sensaciones. Y todas van a triunfar», afirma rotunda.
Por cuenta propia
Desde luego se nota que la apertura de su propia discográfica le ha dado nuevas alas a la ex triunfita: «Ser empresaria te permite hacer y deshacer a tu antojo. Y ha sido todo un acierto», explica con emoción. Y es que la realidad de la industria es dura y más la convivencia diaria con las exigencias de mánagers y demases. «El artista y el negocio de la música nunca se han llevado nunca muy bien. Ahora estoy en los dos lados. Es toda una aventura», dice. En su caso se lanzó a la aventura porque «me gusta arriesgar, tener incertidumbres, luchar por algo más ». Y por el consejo paterno: «Me lo aconsejó hace tiempo. Y le hice caso, me dejé llevar. Creo en mi música y quién mejor que yo para sacarla adelante. Pienso apostar todo y luchar hasta la saciedad», afirma convencida. De hecho aspira a ser madrina de nuevos talentos como en su día lo pudieron ser de ella (al menos catódicamente). «Me gustaría ayudar a gente nueva, asesorarles. Es un error que crean que el futuro pasa por OT. Piensan que les va a solucionar la vida y no es cierto. Siempre hay más puertas abiertas, sólo deben dar con la adecuada». Y ya puestos, ¿Verónica añora OT? «Esta quinta edición no la he podido ver y dudo que lo haga. Y no, no tengo nostalgia. Viví una experiencia que fue bonita dentro de la Academia, pero luego fuera los negocios lo fastidiaron todo».
Vero no pierde detalle del cambio de la realidad musical, que ya nos acecha. Y nada mejor que afrontar las cosas con cabeza. «Antes o después los discos nos dirán: ¿Hasta luego, Lucas!. Internet y los móviles son el futuro. Ahora los chavales no tienen esa sensibilidad de escuchar un CD. Piensan sólo en descargas y cuando se aburren van a por otras nuevas Es una pena pero es así», dice con pena. En contraste, la alegría que sintió al ver su Serotonina hecho realidad fue inmensa: «Me acerqué yo misma a recogerlo. No se lo esperaban porque ningún artista va en persona. Lo tuve entre mis manos y aquello parecía un parto Todo lo que había soñado me estaba pasando, era el principio de algo », cuenta. Y la razón del título, aparte de su pasión por el chocolate, producto cargado de Serotonina, es que como buena hormona de la felicidad entra en juego al escuchar el disco: «Si se llama así es porque desprende buen rollo. No veía otro nombre mejor».
Telerrealidad
Y ya que viene a Cantabria hay una pregunta obligada o del millón: ¿Cómo te llevas con Bustamante? «Cada uno lleva una vida diferente. Como ocurre con todos los compañeros, cada uno nos relacionamos en círculos distintos y las relaciones se enfrían. Es lógico. Pero siempre te alegras de que les vaya bien». ¿Sinceridad al poder! Otra pregunta que a todos nos viene a la cabeza es cómo se metió al lío de participar en Supervivientes: «Fui a vivir una experiencia. Aprendí mucho a nivel espiritual y personal. Aunque ir a un reality siempre es duro. Lo mejor es que la gente por la calle me dice que me consideró ganadora y eso es todo un elogio». Pero me asalta la duda de si se vio ganadora, a lo que responde: «Sabía que era complicado ganar porque había una serie de intereses ». Y no acaba la frase. ¿Por qué será? Se lo respetamos. Lo que tiene claro es que sus valores «eran diferentes a los de mis compañeros. En la selva la palabra compromiso se hace más fuerte, pero no ocurre con todos».
Volviendo a la brecha musical, Verónica tiene claro que «esta profesión no es sólo cantar y que te vean monísima. Hay que estar detrás, en todo el proceso. Antes no me dejaron vivirlo y ahora por fin he podido y no tiene precio». Así que su conclusión final es que «amo mi trabajo. Creo en lo que tengo entre manos, sé lo que quiero hacer». Casi tanto como la aman a ella sus fans incondicionales: «Son la leche. Muchos artistas me tienen que envidiar por cómo me tratan. Y si te cuidan ellos, cómo no les vas a cuidar tú», afirma.
Aparte de la canción algo que ganó en su retiro british fue el gusto por la interpretación. «Ahora tengo pendiente una película, titulada La abuela. Me encanta ser actriz. En cuanto lo descubrí me llamó la atención. Siempre he pensado que no hay nada más completo que un artista polifacético», dice. Para eso, tiempo al tiempo. La supervivencia real, vital y artísica está cada vez más cerca.
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